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25 de Mayo día internacional de la esclerosis múltiple

25 de Mayo día internacional de la esclerosis múltiple Biomedical Therapy®, como especialistas en aparatología destinada a la rehabilitación de tratamientos de estas patologías, aplica a partir de hoy 25/05/2016 hasta el 31/05/2016 un 5% de descuento en todos los artículos del área de rehabilitación, además que en todos los equipos de magnetoterapia brindaremos un trato totalmente personalizado, ofreciendo unas ayudas especiales para su adquisición y tratamientos, solidarizándose con todas las personas que padecen de estas enfermedades. ¿La esclerosis múltiple qué es? La Esclerosis Múltiple es una enfermedad crónica del Sistema Nervioso Central. Está presente en todo el mundo y es una de las enfermedades neurológicas más comunes entre la población de 20 a 30 años. Puede producir síntomas como fatiga, falta de equilibrio, dolor, alteraciones visuales y cognitivas, dificultades del habla, temblor, etc. El curso de la EM no se puede pronosticar, es una enfermedad caprichosa que puede variar mucho de una persona a otra. No es contagiosa, ni hereditaria, ni mortal. Afecta a las personas al principio de su vida laboral, cuando están iniciando sus proyectos vitales, y se da con más frecuencia (más del doble) en mujeres que en hombres. Hasta ahora, no se conoce su causa ni su cura. ¿Cómo se produce? La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad del Sistema Nervioso Central (SNC) en el que se diferencian dos partes principales: cerebro y médula espinal. Envolviendo y protegiendo las fibras nerviosas del SNC hay un material compuesto por proteínas y grasas llamado mielina que facilita la conducción de los impulsos eléctricos entre las fibras nerviosas. En la EM la mielina se pierde en múltiples áreas dejando en ocasiones, cicatrices (esclerosis). Estas áreas lesionadas se conocen también con el nombre de placas de desmielinización. La mielina no solamente protege las fibras nerviosas, sino que también facilita su función. Si la mielina se destruye o se lesiona, la habilidad de los nervios para conducir impulsos eléctricos desde y al cerebro se interrumpe y este hecho produce la aparición de síntomas. Afortunadamente la lesión de la mielina es reversible en muchas ocasiones. ¿Cuáles son los síntomas? Los síntomas de la esclerosis múltiple variarán en función de qué área del sistema nervioso central esté dañada. Frecuentemente, aparecen síntomas oculares, sensitivos y motores. Existen diferentes tipos de esclerosis múltiple (EM). En la forma más frecuente de la enfermedad (remitente-recurrente), estos síntomas aparecerán en forma de brotes, pero también pueden aparecer de forma progresiva en el caso de la EM primaria progresiva. Existen dos tipos fundamentales de esclerosis múltiple. Los síntomas que aparecen en ambas formas de la enfermedad pueden ser similares, pero la forma de aparición será diferente. La forma más frecuente de la enfermedad es la EM remitente-recurrente (85-90% de los casos). Tal y como indica su nombre, los síntomas aparecerán en forma de brotes (o recurrencias), y los síntomas neurológicos se instauran unas horas, días o incluso semanas, para posteriormente mejorar o entrar en remisión. En la forma primaria progresiva (10-15% de las personas afectadas de EM), los síntomas neurológicos aparecerán de forma progresiva, empeorando a lo largo de los meses o años. Los síntomas y signos de la EM pueden ser muy variados y dependerán fundamentalmente del área cerebral dañada: o Síntomas visuales. Frecuentemente, las personas afectadas de EM padecerán síntomas visuales que pueden consistir desde la pérdida de visión de un ojo debido a una inflamación del nervio óptico (neuritis óptica) hasta visión borrosa o doble. O Síntomas sensitivos. Otros síntomas frecuentes de esta enfermedad son los síntomas sensitivos. Éstos pueden afectar a cualquier localización y pueden presentarse de diferentes formas, desde sensación de “hormigueo” o “cosquilleo”, hasta falta de sensibilidad al tacto y/o dolor. O Síntomas motores. También pueden aparecer síntomas motores. La persona notará dificultad para mover alguna parte del cuerpo (brazos, piernas…) dificultando el caminar o algunas tareas realizadas con los brazos. O Coordinación. Si el daño se produce en la zona del equilibrio-coordinación, aparecerán problemas para mantener el equilibrio (caminando con tambaleos, “como si fuera borracho”) o puede notar dificultad para realizar determinados tipos de movimientos que requieran un movimiento coordinado. O Fatiga. Muy frecuentemente las personas con EM presentan un cansancio extremo, más allá de lo esperado por la actividad física cotidiana. O Problemas con el estado de ánimo. Frecuentemente depresión, que en ocasiones puede estar relacionada con el diagnóstico y el hacer frente a la enfermedad. O Problemas con la memoria. Las personas con EM pueden tener problemas con la atención y la concentración, dificultad para planificar alguna tarea, e incluso, en alguna ocasión, problemas para recordar cosas recientes. No todas las personas con EM presentarán estos síntomas, ya que además suelen aparecer en estados más avanzados de la enfermedad. O Otros. Síntomas menos frecuentes pero que en ocasiones pueden aparecer, especialmente en fases más avanzadas de la enfermedad, son: problemas urinarios(urgencia, incontinencia, dificultad para iniciar la micción), trastornos del aparato digestivo(estreñimiento frecuente),disfunción sexual(impotencia, falta de apetito sexual),espasticidad(rigidez, espasmos-dolor muscular).En ocasiones, es posible que determinados estímulos (normalmente el calor, pero también puede ser el frío y/o el estrés) hagan reaparecer síntomas que recuerden a los que se tuvieron durante un brote anterior. Esto ocurre porque la transmisión del impulso nervioso, dificultoso ya por el daño producido en la mielina, se ve todavía más comprometido debido al estrés o a las temperaturas extremas. Es lo que se conoce como “pseudobrote”. Así, cuando los estímulos desaparecen los síntomas también lo hacen. Es importante recordar que no hay razón para que se produzcan todos estos síntomas en una misma persona que su aparición puede variar notablemente de una a otra. Además, estos mismos síntomas pueden ser debidos a otras enfermedades, por lo que es importante que ante la sospecha de un brote o de otros síntomas neurológicos, consulte con su neurólogo.

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